Por Víctor Gaspar
Con un concierto fue clausurada la exposición Huellas de la memoria organizada por la Casa Museo de la Memoria Indómita. La muestra surgió del acompañamiento que Adolfo López realizó desde 2013 con los familiares de personas desaparecidas que se manifestaban en marchas. Fue una madre quien le prestó el primer par de zapatos de su hijo ausente.
«Me prestó unos zapatos. Empezamos a construir la idea de cómo sería el proyecto. Luego me llegaron otros zapatos de Coahulia y dentro de los zapatos que me llegaron venía una carta. Era un texto dirigido al hijo. Cuando yo la leí dije: ‘aquí está la idea general del proyecto», comentó el curador Alfredo López.
El proyecto busca visibilizar la lucha y búsqueda de familiares por sus seres queridos. El director del museo, Jorge Humberto Gálvez, expresó que un delito prescribe cuando se queda en el olvido.
«Además hay convenios internacionales que el crimen, que es la desaparición forzada de personas, no prescribe. Entonces ahí viene un doble sentido de nuestra lucha. Por un lado están esos convenios internacionales y por el otro es que nosotros como familiares no lo vamos a superar».
Los zapatos fueron intervenidos con textos en la suelas.
«Hay zapatos de Tijuana, Oaxaca y hasta Veracruz. Es decir, estamos cruzando en todos los sentidos el país. Hay 91 pero siguen llegando zapatos y hay más de 100 zapatos. El proyecto Huellas de la memoria va a seguir caminando», finalizó Alfredo López Casanova.
El Museo de la Memoria Indómita se encuentra ubicado en la calle de Regina numero 66, casi esquina con 5 de febrero, en el Centro Histórico.
